sábado, 26 de mayo de 2018

MI DECLARACIÓN DE PRIVACIDAD




Hace ya mas de tres meses que perdí las ganas de escribir mas allá de un tweet. Los 140 caracteres me dan ese empuje, estimulo o ilusión que no me ofrecen las historias, esas que tan solo son un resumen de algo que ya se encuentra en los postres del pasado.

Siempre me atrajo la idea de mostrarme tal y como soy, de contar paso a paso lo que es la rutina de cada día, lo ordinario y eso que llamamos extra de lo ordinario. Me atrae no tener secretos, y sobre todo, superar las ligaduras de la intimidad. Eso que llamamos íntimo no son mas que las cadenas de lo contemporáneo, de la necesidad social de no exhibirse tal y como somos por las vergüenzas sociales. Todo eso que impide a las personas mostrarse en su desnudez física y espiritual. Este mundo nos ha impuesto tantas ideas, como esa de que lo privado es nuestro tesoro y sin embargo es la base de la falta de libertad y sobre todo simiente de la cobardía.

Pretendo disfrutar de ser yo mismo sin prejuicios y exhibir como si se tratase de una sala de cine, mi cada día mas personal para que no solo se me conozca, sino para que se pueda entrar dentro de lo mas personal que guardo tras una camisa y por supuesto detrás de la piel.

Dicen que somos todo aquello que los demás no saben, por ese motivo vamos a ser para que nos sepan, para que lo que tenemos no sea un “top secret” en este mundo en el que las declaraciones de privacidad no son mas que obstáculos del encuentro entre desconocidos. Yo me pregunto cada día como es posible conocer a personas si previamente no tienes la oportunidad de llegar a los desconocidos. Antes de ser nombre y apellidos para alguien, somos desconocidos que necesitan desmelenar su pelo para acercarse, mirarse y gustarse.

Sino te conocen difícilmente puedes gustar y pasar a formar parte de esas personas. Esta sociedad es una fábrica de soledad por sus propias deficiencias, por su timidez a la hora de aflorar todo eso que llaman intimidad, privacidad y vergüenzas.

La desnudez nos libera de lo que no es nuestro y nos acerca a lo que es de todos. Si la vida fuese en directo evitando los cuentos, todo sería mas comprensible, razonablemente intenso donde se sentiría más y se pensaría menos, por lo que la felicidad sería un presente no abandonado a la melancolía de los otros tiempos ni a la incertidumbre de un futuro más o menos previsible.

Mi primera semana en directo ha sido de adaptación que seguro se ira acoplando al instante en el que algo o alguien tiente eso que te hace respirar mas fuerte, brillar de forma más intensa o incluso sonreir a carcajadas.

Yo soy “Manu” y ésta es mi vida. Bienvenidos, bienvenidas; donde no tengo mas privacidad que lo que puedas ver, leer, escuchar, sentir y vivir a mi lado.











LA CHICA SOBRESALTO

A mi cuando una persona empieza por decir que le gustan las emociones ya me tiene. Quedo conquistado porque mas que de verdad, expresió...