Dicen que el corazón es grande, que se puede dar por partes, pero no se puede desmenuzar en migas el amor. En la búsqueda del amor en muchas ocasiones nos conformamos con un trozo de amor, con una noche o tal vez en algunos días. Salimos dispuestos a encontrar un amor de unas horas, sacamos nuestra seducción y calmamos la falta de amor. Así uno y otro día, esperando encontrar a quién darlo por completo, aunque el corazón se vaya perdiendo por pedazos.
El amor se divide en tres fases: gustar, querer y amar; si nos quedamos con el primero, estaremos poniendo fin al amor. Cuando repartimos el amor como migas tiradas a las palomas, nunca se podrá dar por completo, alimentaremos a muchas, pero nos quedaremos sin ninguna. Y es que lo peor de la vida no es la muerte, es dejar morir nuestro corazón mientras estamos viviendo. Tal vez algunos sean felices repartiendo migas, yo solo lo soy cuando me entrego y lo doy por completo. La felicidad se encuentra teniendo un corazón en mano y no cien volando a nuestro alrededor.