Después de un tiempo,
el prudencial, se devuelven las llamadas, los gritos del corazón se calman, las
lágrimas del alma; cuando deja de
comunicar la estela de su mirada.
Cierto todo lo
que dijeron, los consejos rechazados,
las pruebas de cariño despreciadas; verdades que no solemos escuchar, no oímos más
que a las vísceras sangrando, ignorando por mucho que se repita eso de que para
que sanen las heridas, no se han de tocar.
Pero
insistimos con los recuerdos para poder
llenar los vacíos del alma, lo intentamos una y otra vez, queremos repetir, que
se dé la misma historia, con los mismos personajes y siguiendo las mismas
pautas hasta que se precipitó ese final; para cambiarlo, para hacerlo nuestro;
a nuestra imagen y semejanza ignorando de nuevo aquello de que aunque regresen,
las personas nunca vuelven, tal vez si los sentimientos; pero no los mismos,
otros, los peores, porque no existen los perdones humillados, ni las conquistas
mendigadas.
Cuesta mucho
entender que el deseo no pueda conquistar su necesidad, que el amor solo pueda
vivir en el corazón, pero no en la vida. Nos oprime el pecho la aspiración del
roce, de la expresión con un beso; la sublime fuerza que se desprende del
cuerpo, cuando el alma grita sin desahogo, sin consuelo; cuando no es el aire
el que falta, sino la vida.
Pasa el tiempo y
ya no comunica esa mirada, la línea está libre pero sin fuego. No se devuelve
la mirada como lo hacía antes, como cuando con tan solo el efecto de la
sensación de unos dedos, se reprimían suspiros y ansiedades; a veces en forma
de lamentos por la escasez de ternura y la abundancia de sangre, esa que
circula sin retorno, sin vuelta atrás, aunque lo desees; aunque no tengas más
objetivo que el de repetir la memoria, porque la existencia es una vida a
medias, una última mirada hacia atrás.
Y comunican los
sentimientos, cruzados entre líneas, ocupados con otras verdades que no son las
tuyas; aquellas que no te crees, las que te dicen una y mil veces pero eso no
va contigo, no es ese mundo el que te
has creado, el de los recuerdos construidos desde su ausencia, cuando
comunicaba hasta que un día su mirada, ahora fría y serena; volvió a estar en línea.
COMO SIEMPRE MUY LINDO LO QUE ESCRIBES Y LLENO DE VERDAD....SALUDOS...!!!!!!!!
ResponderEliminarMuchisimas gracias es toda una alegría contar con comentarios y opiniones. Saludos
EliminarMuchisimas gracias es toda una alegría contar con comentarios y opiniones. Saludos
Eliminar