Dicen que el amor no se mendiga, que hay que hacerse de valer, ser uno mismo y mantener la dignidad. Sin embargo cuando amas a una persona, la cubres de flores con tus besos, la llenas de riquezas cumpliendo sus deseos. Lo das todo, incluso la dignidad, porque el amor está por encima de orgullos e incluso del honor. Por culpa de querer mantener esa dignidad, las personas se van pensando que la retendrás y tu que regresaran. Es el momento en el que lamentas haber callado cuando amas y sale el peor grito del alma, cuando ya es demasiado tarde. Es muy difícil de entender, cada uno nos contarán sus experiencias, pero seguro que afirmarán haber mantenido la dignidad. Para que sirve la dignidad, cuando aquello que te llenaba, que te hacía pleno lo has perdido. Para que necesitamos el orgullo y el ser nosotros mismos, si nos quedamos atrapados en ese grito silencioso. Por amor, se mendiga, se suplica e incluso te arrastras, porque las grandes metas carecen de reglas. Quien no está dispuesto a la entrega, a darlo todo por la persona amada, no ama con sinceridad, tan solo busca su felicidad y su comodidad. Amar es la acción de dar todo a cambio de nada, querer es posesión, es desear a una persona para ti, sin disposición a dar. Cuando amas con generosidad, estás dispuesto a dar tu propia vida, como no vas perder algo tan inferior como la dignidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario