Tú, si tú; con tu sonrisa, tus ojos; ese rebelde remolino que heredaste de tu madre y que ella heredó de la suya.
Tú, con tu forma en que me miras cuando me escuchas, y cuando intentas ignorarme.
Sí, tú; como te ríes de mis chistes malos y como te encierras en ti misma cuando te encuentras triste....
Tú, y tu forma de mirar antes de besarme, y cuando dices, te amo.
Tus principios son fríos y distantes, pero al poco tiempo, siempre dispuesta a acercarte.
Y en tu mundo maravilloso, donde desde una nube contemplas un tremendo desorden, donde tú y el caos no sois contradictorios.
Desde hace tantos años que te contemplo, y a pesar de todo me sorprendes, con tu risa de niña y tus mofletes anaranjados.
Cada día consigues sacarme de mis casillas, y sin darme oportunidad para pensarlo, te pido a ti que te quedes conmigo, que juntemos las manos y mirando al cielo, escuches de una vez como tantas otras, mi mayor gemido que lanzo al cielo, cuando digo:
TE AMO.
Tú, con tu forma en que me miras cuando me escuchas, y cuando intentas ignorarme.
Sí, tú; como te ríes de mis chistes malos y como te encierras en ti misma cuando te encuentras triste....
Tú, y tu forma de mirar antes de besarme, y cuando dices, te amo.
Tus principios son fríos y distantes, pero al poco tiempo, siempre dispuesta a acercarte.
Y en tu mundo maravilloso, donde desde una nube contemplas un tremendo desorden, donde tú y el caos no sois contradictorios.
Desde hace tantos años que te contemplo, y a pesar de todo me sorprendes, con tu risa de niña y tus mofletes anaranjados.
Cada día consigues sacarme de mis casillas, y sin darme oportunidad para pensarlo, te pido a ti que te quedes conmigo, que juntemos las manos y mirando al cielo, escuches de una vez como tantas otras, mi mayor gemido que lanzo al cielo, cuando digo:
TE AMO.
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