sábado, 13 de diciembre de 2014

LOS SABADOS (I)



Sentado aquí, frente a esta pantalla, me encuentro con la hoja en blanco y un sábado por hacer. Hace fresco, el ambiente es húmedo en esta parte del mundo, se acercan las nubes, se aproxima un chaparrón, la lluvia, la nieve; el invierno. Es trece de Diciembre, la ciudad como tantas otras está vestida de gala, se acerca la Navidad, es tiempo de alegría, como dicen, no busques nada para ser feliz, es Navidad, motivo por el que ya eres feliz. Lo malo de estas fechas tan felices o de felicidad impuesta es que recuerdas otras navidades, otras felicidades, tantas como años y cada nueva uno más para el recuerdo, para esa mochila de las emociones, de los apegos y de las ilusiones.
Hoy en un pequeño debate, me han dicho que soy un adicto emocional, que tengo muchos apegos, que sufro por amor, que no necesito a nadie para ser feliz.
Tal vez tengan razón, que no es necesario nadie para ser feliz, que no hay que depender de emociones. Sin embargo yo no voy a renunciar a ser una persona emotiva, tremendamente emocional que me rijo por el corazón y no sigo la razón al pie de la letra, tan solo en lo necesario. Yo me pierdo en la mirada de unos ojos, sucumbo en el perfume de un cabello, me inspiro en la forma de las palabras y en el tono de unos besos. Yo quiero sentir unos labios no solo por el hecho de serlos, sino por quererlos. Quiero decir te amo porque lo necesito y lo siento, no quiero pasar por el mundo tan solo como un ser frío y ajeno a los demás, buscando mis propias y exclusivas metas, cuando alguien se cruza en mi camino, en ese trayecto que me lleva desde mis deseos a nuestros deseos.
Pienso que todos los que van alardeándose de ser felices por no necesitar a nadie, son muy pobres, por el simple hecho de que tan solo se tienen a ellos mismo, no toman ni se sumergen en el corazón de al lado. Se sienten únicos y su amor lo llaman propio porque no tienen a quien dárselo.
En esta vida, todos necesitamos aplausos, por eso, necesitamos público, para que nos digan lo que ven, todo aquello que no somos capaces de verlo por nosotros mismos.

Es Sábado trece de Diciembre, se acerca la Navidad, me acuerdo de otras, ésta será diferente, faltarán personas, tendrá otra música, tal vez la misma, hay cosas que no cambian, tan solo las que no están.



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