No se ni como
empezar. Desde luego hoy no tendre orden ortográfico alguno ni disciplina de
escritura. No se que decir pero te echo en falta, no se cruzar las calles sin
ir hablando contigo, no se dormir sin que me mandes a la cama, no se que hacer
en este momento de autentica tristeza.
Se que no hice
buenas cosas pero mi intención fue que terminara tu pasividad, que de una vez estuviéramos
juntos, que lo pudiera publicar, que no anduviera siempre escondiéndome como si
fuese un adolescente o un menor de edad con cuidado de sus padres.
Somos adultos,
el amor es bello, es lo máximo en la vida y parecía que te sentías culpable por
amarme, por no seguir con tu vida triste y monótona, por sentirte querida y
especial como yo te hacía sentir.
No se que hacer
para que me digas algo, te extraño como nunca. Recuerda que lo hacíamos cuando
tan solo pasaban unos minutos sin hablar, nos extrañábamos, necesitábamos estar
juntos y ahora estoy perdido, estoy sufriendo como en mi vida, no se que hacer
y necesito saber de ti. Tantas veces te dije que te necesitaba, te amaba, te
quería. Tal vez para ti esta no era una prueba de amor, para mi si, valiente,
acción y ejecución para estar de una vez por todas juntos tu y yo, porque el
amor era y es demasiado grande entre nosotros pero tu familia, esa tan poderosa
de los Nuñez Pliego nos lo impide, no quiere que seamos felices, que tengamos
nuestra Federica como lo habíamos planeado, nuestros muebles, nuestra casa.
Me quiero morir,
porque te extraño muchísimo y quiero estar contigo el resto de mi vida.
No puedo
escribir más, no veo las letras, lloro, aunque no te guste.
TU RATON
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