ABRIL (asalto de
felicidad)
El poeta dice: “¡Ay
mañana sin ti!; también podría decirse
Abril sin ti, para que quiero yo la primavera, si tú no estás aquí. Otro Abril,
otra primavera, se acerca como la mañana tras la noche, viendo el sol, en estos
campos con verdores nuevos. Otra primavera, cuando la primavera tenía su
nombre, era el sol tornando la brisa clara en mi corazón.
Abril, abril
para que quiero la primavera. ¿Para qué?; una primavera con alegría, si,
aquella alegría de amor que gritaba con los deseos de amar. Abril viene con
onda de perfume al pobre corazón. Abril masculino con nombre de mujer. Femenino
en mis sueños, de canela perfumado, de brisa que se lleva mi pobre corazón.
Abril de rosa
claro, de sentido perdido y de carne de mujer. Abril con un número encontrado
marcado en un calendario donde antes tan solo se contaba, donde se pasaba la
página del borde del libro de las canciones, aquel en el que se repasa la letra
en forma de verso.
Abril llegas en
mal momento cuando antes eras esperado. Abril no se te recibe con los brazos
abiertos, ni con regalos humeantes por las velas de los años recubiertos de
fresa y de nata.
Como dice el
poeta, para que te quiero, yo hablo de abril, ¿para que quiero la primavera si
tú no estás aquí?
Aunque no seas
esperado ni bien recibido Abril, mi alegría te supera, la rabia de mi amor, la
noche serena estrellada te cubren de rosas y te amo como un salto de gloria.
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