Cuantas cosas quedan por decir y cuantas otras tantas por haber
callado. Nunca piensas que algo tan hermoso pudiera tener un final y guardas
deseos y sentimientos, que ahora, cuando ya no está tan solo puedes verterlos
en un papel y tirarlos dentro de una botella en el mar.
Que fácil es aconsejar
que todo pasará, que algún día se podrá olvidar, pero pasan los días, los meses
y los años y mi piel sigue impregnada de tu fragancia, de tu tacto y de tu
mirada. Parece como si de un momento a otro tu carita pueda aparecer, nada ha
cambiado, el tiempo se paró aquel día y solo en mis recuerdos permanece el
ánimo que las lágrimas contenidas quieres desahacer.
Nunca se puede olvidar
aquellos que se marco y cicatrizó en el corazón. No son recuerdos, es tu
presencia constante, tu sonrisa contagiosa, tus cabellos tu hermosa cara, que
nunca se puede olvidar. Y pasa otro año y pasaran muchos mas, el tiempo se ha
parado y las manecillas del reloj no dan vueltas, están inmóviles desde aquel
día en el que te fuistes a volar.
Los grandes momentos
de la vida, aquellos que te marcan el rumbo nunca se olvidan aunque no se
recuerden, forman parte de la esencia, son inmunes al paso del tiempo y solo te
queda ese momento donde alimentando la necesidad de expresar, coges un papel y
escribes tantas cosas que te quedaron por decir.
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