Toda persona a lo largo de su vida descubre el amor en su momento. Todos nos preguntamos el porqué de esa sensación de necesidad de dar, de tocar, de besar de entregarnos en cuerpo y alma. También nos planteamos porque el sentimiento más hermoso y grato de la vida a veces nos hace sufrir. Para eso tan solo tenemos que pensar en la mayoría de las madres, ponen su vida por encima de ellas misma, es un amor incondicional, porque también en estos casos cuando se crece, ese amor puede no ser correspondido por un hijo desagradecido. Ese amor que es incondicional hacía el hijo también lo tenemos con otras personas y si es correspondido los que eran dos se convierten en uno, como la madre, era una y se convierte en dos, la vida es fruto por naturaleza de un acto de amor en la mayoría de las ocasiones. Así es, no siempre, por eso amamos también cuando somos correspondidos y no es desamor, es que no hay reciprocidad, pero tú sigues amando, sufres y con el tiempo te das cuenta que el dar amor no es sufrimiento, las madres aman sin pedir nada a cambio, no es yo te doy si tú me das, es solo un dar. El amor nunca es imposible, la imposibilidad es que sea recibido. No hay amor imposible solo que no es aceptado o las circunstancias impiden darlo y recibirlo.
La mujer cuando crea una vida, cuando tiene a su hijo, es visitada por la muerte, pero aún así, lo trae al mundo, a cambio de nada.
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