Un mareo, una sensación de angustia y sin ninguna prueba lo saben. Nos sienten en su vientre. Durante unos nueve meses, nos darán los ojos, nos pondrán cara, nos darán el corazón mientras sufren con gozo su dolor. El cuerpo les cambia, a veces les cuesta andar, esos tobillos hinchados, cada vez se sienten mas pesadas, pero todo ese proceso donde nos dan la vida lo llevan con un brillo en los ojos especial, el reflejo de la creación y un día, cuando el dolor es insufrible, con una sonrisa dibujada en la boca nos dejan salir al mundo. Durante esos meses nos mantuvimos unidos por un cordón a ellas, nuestra casa fue su vientre, la muerte las ha visitado sin preocuparles, porque su vida nos la ofrecen a nosotros; a sus hijos. Ya en el mundo siguen alimentándonos, son los únicos seres capaces de alimentar por si mismas, nos siguen cuidando, nos educan, nos ven crecer con cierta nostalgia, sus niños se hacen mayores y se desprenden, ya pueden vivir por si solos, ya no las necesitan. Pero eso no es verdad, sea cual sea la edad, las madres siempre a nuestro lado están, el papel de madre no es temporal, es un estado vital, un instinto de protección que cualquiera que sea la edad de por vida se mantendrá.
Feliz día a todas las mamas.
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