Cuando la canción dice que del amor a penas queda nada, a penas ni palabras, que queda el silencio que hace estallar la noche fría y larga, la noche que no acaba, y que sólo eso queda, mas las ganas de llorar al ver que el amor se aleja. Cuando solo queda eso, el amor se ha acabado no hay ni palabras, ¿pero qué queda?, cuando incluso hay mas palabras que antes, cuando mirando frente a frente no se baja la mirada y quedan muchas cosas de que hablar. ¿Qué es lo que queda?, tal vez ¿la amistad?, una relación de amor que no es la que tenías, que no es la deseada ni la que esperabas, pero algo queda, más que palabras, la mirada no se baja, se comparten sentimientos, gestos, palabras y miradas. Entonces ¿qué queda?, nuestra tentación que es lo único que no podemos evitar. Recuerdos tan indomables que no se alejan, que todavía quedan.
Cuando desaparece el amor de uno no falta el del otro, y entonces ¿qué queda?, tal vez sea el cariño, el respeto, la complicidad retenida entre los ojos. Es posible que queden unas huellas que fueron muy profundas, que el corazón no es capaz de borrar y que la voluntad retiene.
Tal vez eso queda, aunque carezca de nombre y solo sea una nebulosa de su perfil que nunca desaparecerá.
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