Dicen que no puedes fiarte ni de tu sombra, que a veces la confianza da asco. No sabes cuando unas palabras, una mirada, un pequeño mordisco en los labios; son sinceros, tal vez tan solo es un juego y tu seas el objeto de ese juego. Pero cuando eres una persona, humilde, sencilla, honesta; cuando eres una persona de corazón, eres muy fácil de dominar, todo se sabe de ti y pueden jugar contigo a su antojo, porque al contrario que esas personas tu no juegas con los sentimientos ajenos, tus sentimientos son auténticos y tu deseo es regalarlos con sinceridad, de una forma pura y blanca. Sin embargo has caído en la trampa de su juego, con medias palabras, con medias sonrisas y no lo entiendes. No sabes jugar, desconoces las reglas del juego porque tu cuando demuestras tus emociones lo das todo, nunca es a medias. Tu palabra es de honor, tu mirada el reflejo de tu alma y de tus labios salen las palabras del corazón. Y no entiendes nada, estas perdido, no comprendes que pasa, porque pueden existir personas hagan sufrir gratuitamente, simplemente porque solo eres el objeto de su juego, eres la prueba de que sus trucos funcionan, de que saben como dominar, atraer, manejarte a su antojo y después dejarte caer sin ningún miramiento.
Tal vez la vida tan solo sea un juego, pero algunos desconocemos sus reglas y nos toca jugar a ser sus marionetas.
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