A veces parece que la alegría por
alguien a quién aprecias mucho no se demuestra con toda la sinceridad y
expresividad que te gustaría. Eres feliz por su triunfo, por su éxito, y sin
embargo no lo manifiestas abiertamente, con gritos y sonrisas, incluso es
posible que alguna lágrima caiga que permanecía escondida en tus párpados; ese
trozo de egoísmo del alejamiento tamiza lo que espontáneamente te sale del alma
y es difícil de expresar; la felicidad por las personas que quieres, pero que
se van, es tan difícil evitar ese dolor por la distancia que cubre con cenizas
la gran felicidad que en realidad se siente, sin embargo, si ese humo se
aparta, este es el verdadero sentir, color alegría y felicidad.
Me siento feliz y orgulloso.
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