La vida es un regalo delicado,
sutil, fácil de llevar por su suavidad, transparencia y sencillez.
La vida es como un pañuelo de seda, que en los
momentos difíciles, cuando todo pare ir mal y se ha de actuar, hay que
colocarlo fuerte mente en el cuello, con un nudo maestro para que no se
descuelgue, para que no lo perdamos en el camino en momentos en los que esa
fragilidad pueda acabar con él. En los momentos de felicidad y de grandeza, ese
pañuelo como la vida, apenas lo sujetamos, lo deslizamos suavemente sobre el cuerpo
para sentir su tacto perfumado sin riesgo a que nada pueda pasar.
Es posible que en esos momentos en los que más
seguros nos encontramos, cuando parece que todo nos va sobre ruedas sean los
momentos más arriesgados porque perdemos la atención y la precaución de
mantener los más mínimos cuidados, es entonces cuando la vida se revela con
toda su fortaleza llamando nuestra atención, recordándonos que es un regalo que
no podemos mal tratar, como ese pañuelo de seda, que se entrelaza en ese nudo
sin poder separarlo del cuello, tapándonos la cara, porque al no haberlo mimado
ha perdido toda esa inocencia, suavidad y fragilidad convirtiéndose en un
pañuelo vulgar más, como la propia vida, que de especial al vulgar solo está a
un paso dependiendo de cómo la tratemos, sin olvidar nunca que ambas cosas son
un regalo y a los regalos se les cuida, no se rechazan, son fiel muestra que
identifica quien generosamente nos lo entregó.
Hermosos pensamientos te felicito cariños desde chile
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