domingo, 19 de noviembre de 2017

PÉRDONATE

Cuantas veces perdonamos y otras tantas nos perdonan. A veces no es necesario, no son hechos de una gravedad importante como para precisar del perdón, en la mayoría de las ocasiones sería suficiente con una disculpa menos cargada de valor moral. Y es que el perdón no es solo un acto de reconciliación, es una necesidad del alma. Perdonar para ser perdonado, pero más aún saber perdonar para poder perdonarnos. Esa es la fuente fundamental de la palabra que es un sentimiento de absolución, de culpa; de necesidad de redimir algún acto o comportamiento.

En Inglés al igual que en Castellano existe esa doble acepción: “sorry” lo siento y “forgiveme” perdóname. A veces no es suficiente con sentirlo, es necesario que aquel a quien hemos ofendido haga una manifestación de voluntad, perdonar para ser perdonado. Es como cuando ofreces la mano y precisas que otro la choque. Cuando te acercas a unos labios en busca de otros labios.

Sentir el mal es solo un acto propio e individual de dolor por la acción sin más, nos quedamos con la herida y sus consecuencias, pero no buscamos la cura. Para que sane son necesarias las manos del otro, o tal vez su corazón para que con un acto de generosidad seamos perdonados.

Pero que ocurre cuando no hay un tercero, cuando somos nosotros los que necesitamos el perdón propio, el nuestro; ese sin el cual no podemos seguir viviendo. Perdonarnos es un acto  doble, de solicitud tras reconocer el daño y de reconciliación personal. No podemos vivir con la culpa, no es justo que mientras otros no tengan problema para disculparnos, (palabra ésta que encierra mas objetividad); otros nos sanan de culpas y sin embargo nosotros sigamos hurgando en la herida, causando mas dolor y sobre todo extendiendo el mal tanto por el alma como por el cuerpo.


A lo largo de nuestra vida cometemos muchos errores, algunos mas grandes que otros; el fin último es la felicidad que no la irresponsabilidad. Perdonarse no es un acto fácil, muy al contrario, nos cuesta muchísimo; por eso mismo no es un acto frívolo sino de máxima responsabilidad, de generosidad y sobre todo de necesidad para poder seguir viviendo con ese objetivo que no es otro que la felicidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA CHICA SOBRESALTO

A mi cuando una persona empieza por decir que le gustan las emociones ya me tiene. Quedo conquistado porque mas que de verdad, expresió...