sábado, 31 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. ¡Y YA ESTÁ!


¡Y ya está!, esto es lo mas original que se me ocurre para un treinta y uno de agosto. Un final de verano y a su vez de vacaciones, de ese espacio de tiempo donde nosotros somos lo más importante y no la necesidad de tener que ganar dinero para sobrevivir, porque vivir se hace sin nada.

Aunque mis puntos siempre sean suspensivos, no puedo ser extraño a que las cosas acaban, a que por muchos puntos que  se le pongan al primero, su tendencia al infinito no implica que en algún momento se alcance el final, o tal vez un fin no esperado.

Ha sido un mes donde el bloguero se ha movido de norte a sur sin dejar de lado al Mediterráneo. En ocasiones a la derecha y otras veces a su izquierda. No se ha adentrado tierra a dentro porque sabe que si no hay mar, sol, arena y sal; no hay vida en su interior para poder crear vida con sonrisas, sin perderse de vista, como si de una guía se tratase.

Hemos estado en Barcelona, hemos comido en su playa; concretamente en el “Pez Vela Barcelona”, nos hemos bañado en la Barceloneta, que nunca lo habíamos hecho antes y hemos echado una siesta en el césped de un jardín público próximo al Hotel W, dejando a un lado el carácter de bloguero para transformarnos en turistas accidentales procedentes de cualquier linde del mundo.  Cenamos vegano en el “Flax and Kale”, lugar mítico y de obligada visita por el bloguero en la Ciudad Condal y tomamos una copa de cava en  el Cotton House, como si de un “pop star” se tratase cuando el servicio muestra sus respetos a su paso bajando la cabeza. De Barcelona nos llevamos la compañía, sus lugares y también uno de los mejores Té Chai Latte que hemos probado en la vida, en un bonito lugar de la Gran Vía llamado “El Árbol”.

Vacacionamos y turisteamos en Valencia, porque no es lo mismo vivir en la realidad, que estar de vacaciones de esa realidad, aunque el espacio sea el mismo. Visitamos el barrio  histórico mezclándonos con turistas y siguiendo sus normas. Comimos en el Hard Rock Café, tomamos cervezas; desayunamos en sitios tan hermosos como “La Rollerie”, “Bastard” e incluso en un “Panaria”. Subimos al cielo para contemplar la ciudad en su Sky bar del “Plaza Gastro Mercat” Vivimos en Valencia, que no es lo mismo que residir en Valencia. Como no es igual vivir que sobrevivir, porque la vida es otra cosa que trabajar para poder comer y tener un sitio donde dormir.

También celebramos el cumpleaños del bloguero allá por el día siete del mes, y lo hicimos comiendo en “La Voltereta Bali”; lugar de moda reservado con mucha anterioridad y que si bien, goza de una decoración atractiva, sus expectativas superan a la realidad como suele ocurrir con esos lugares que sin explicación posible, cuentan con la necesidad de ir creada por la excesiva normalidad de una capital de provincias.

Mas o menos a mediados de mes, nos fuimos al Sur, viajamos al “Paraiso” de Vera, un lugar mágico donde todo cuenta, sobre todo la sensación de que la vida funciona a un ritmo muy distinto al habitual. No queremos decir mas lento ni mucho menos, sino con armonía, con libertad, con gritos de alegría y con ganas de ser un elemento más del espacio sin ser decoración, sino instrumento de felicidad. Nos bañamos acompañando al Sol en su salida, caminamos por la arena ardiente hasta hacernos ampollas en los pies. El mar, el Sol, la arena y la sal se convirtieron en el ingrediente de la mejor de las pócimas de la felicidad, de esas en las que no hay recuerdos ni mas consejo que el de quedarse quieto y ver como la vida no pasa sin dejar huellas en la piel, quemando todo aquello que al parecer estaba muerto y que al contrario de lo que se piensa, vuelve a renacer de entre las cenizas del tiempo perdido.

Compartimos el paraíso con personas que son parte del bloguero y con otras, que siendo desconocidas, mostraron su mejor cara sin necesidad de mostrar su identidad, porque ya sabemos que desde el momento en el que reseñamos a las personas, dejan de compartirse para convertirse en compromiso.

El paraíso esperará cada año, con sus amaneceres y atardeceres. Con su música y sus bailes. Sus noches silenciosas y sus días luz y calor, porque lo bueno que tienen los desiertos, es que no se espera nada de ellos y por eso te encuentras de todo en ellos. La vida sin nada se llena, por lo que cuanto menos te pongas, mas te llevarás, y así siempre, en ésta y la del invierno que nos espera, con gorro y bufanda y esas noches casi eternas que se iluminan a la luz de una Luna, que es el sueño de la esperanza que la Primavera traerá para que de su mano de nuevo lleguemos a otro agosto, donde el bloguero nos pueda contar que es lo que pasó, pero también lo que le gustaría que pasara, porque en definitiva no somos eso que somos, sino lo que queremos ser.

Somos esa ilusión en el sueño de algún desconocido, que por unos instantes recuerda que la vida es mejor sentirla que pensarla y que sobre todo, que ese espacio que ocupa el saber, sea liberado por el cariño.




jueves, 29 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 30/8/2019


A esta crónica de hoy se le podría llamar: “Los Picores del Verano”, aunque sería una pena estar a punto de cerrar el mes de agosto con un título tan desafortunado, pero a su vez tan veraniego.

Estamos a treinta de agosto y esto ya huele a quemado. Recuerdo cuando empezó el mes que contaba los días por unidades y al ir sumando y adicionando compañeros a la unidad, se podía apreciar como el tiempo no busca nada más que su paso, quedando al encuentro de compañía casi siempre bastante prevista, como este tres que junto al cero nos dan la mano a un saludo que nunca más volverá, porque llegarán más agostos, pero nunca el del diecinueve con un veinte delante. Los números están para eso, para jugar con ellos, porque si les hacemos caso, si les damos valor; dejan de ser aliados a convertirse en enemigos, porque esto del tiempo más que una progresión aritmética, parece mucho más exponencial que singular.

Sin embargo y a pesar del drama del fin del verano, como si fuese esa canción del Dúo Dinámico que todos los años de una forma o de otra nos suena en la memoria; empezamos hablando de los “picores”, algo que evidentemente es muy veraniego por la exposición de la piel que todos hacemos con más bien escasa cobertura y la proliferación de mosquitos con armas de destrucción masiva. En serio hablo de armas, porque no es normal lo que han hecho con el bloguero y sus piernas, culpa de ir con pantalón corto, donde no han dejado espacio sin destruir, sin ser objeto de su conquista dando un aspecto al territorio afectado de una desolación, mas propia del espacio lunar que el de una piel quemada por el Sol, postal propia de una escena estival como la que está llegando a su final.

El verano tiene cosas muy propias; tiene su canción, tiene su amor, tiene su bebida, su comida; y como no, también sus picores, y como se lleva esto de vivir a tope en un “carpe diem” permanente, pues habrá que pillarlo todo se dijo, y el bloguero se apuntó también al bombardeo de mosquitos y demás animalillos de utilidad más que cuestionada.

En fin, no hagamos del drama una tragedia, ni seamos tan horteras como para tener una depresión post vacacional. Mucho mejor que eso, es volver a empezar sin pretender nada, porque como alguien dijo hoy: “quien no espera nada, lo sueña todo”. Soñemos con un nuevo “agosto”, dando la bienvenida al próximo que no tardará mucho en llegar. Mientras tanto aún queda un fin de semana, la Navidad, las Fallas, la Semana Santa, Pascua, etc… y un montón de cosas por contar porque también serán parte de nuestra vida.

Las despedidas, para más tarde.




martes, 27 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 28/8/2019


A veces resulta insoportable ver como pasa el tiempo, sobre todo cuando ese tiempo lo inviertes en lo que te da la gana y no en lo que debes hacer. Lo de los deberes parece que nos lo imponen de pequeños en esos sitios llamados colegios, y lo seguimos llevando a cuestas durante toda la vida. El deber como fuente de responsabilidad frente al querer, que lo es de la felicidad.

Siempre he dicho que el día de después es de resaca, imaginaros el resacón que voy a pillar después de treinta y un días. Tal vez es eso a lo que llaman depresión post vacacional, aunque yo no lo creo. No se trata de andar con el ánimo bajo, sino con ese cambio de ritmo que supone pasar de hacer lo que uno quiere a lo que uno debe, que sinceramente es un transito complicado, no por estar lleno de nostalgia; sino por cierto reproche de no haber hecho todo eso que al principio se propuso.

La verdad es que nos llenamos la vida de planes y proyectos, cuando realmente el ritmo de la vida es mucho más rápido de lo que pensamos y en la mayoría de las ocasiones siempre nos quedamos con ese mal sabor de boca de no haber hecho todo lo que nos hubiera gustado hacer. Lo mismo ocurre con las personas. Nunca estamos preparados para la pérdida, ya sea de la vida o de una relación. Cuando alguien se va de nuestra vida por uno u otro motivo, siempre nos queda esa amargura de no haber hecho o no haberles dicho una u otra cosa. Lo más común es el vacío que nos creamos por no haber sido lo suficientemente emotivos cuando realmente lo podríamos haber hecho. Decir “te quiero”, “me gustas”; o cualquier otro tipo de expresión que demuestre en palabras ese sentimiento que es verdad y se tiene; es algo necesario, su falta nos va a crear una pérdida superior a la persona, porque nos perdemos nosotros ante la falta de manifestación del sentimiento. Dicen que lo importante no es decirlo sino demostrarlo. Me parece muy bien, pero sino se dice no se sabe por mucho que lo demuestres. Cuantas veces nos sentimos reconocidos por algo que hemos hecho, pero sino nos lo agradecen, sino sale de la boca esas gracias; es como si no hubiéramos hecho nada y aunque sepamos que lo hicimos bien, la mesa queda coja porque le falta la expresión, la manifestación del sentimiento o emoción.

Hagamos lo que hagamos, siempre nos quedará algo por hacer o por decir, lo que toca es hacer lo que podamos sin dejar nada por decir, porque  tanto el cariño como el amor, se dan pero también se escriben.




sábado, 24 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 24/8/2019


Al principio del verano os prometieron que el bloguero contaría todas sus historias de este verano de 2019, evidentemente tan solo era una proclama publicitaria, porque a las primeras de cambio al bloguero lo han metido en una mochila, ni siquiera en la maleta, y se lo han llevado a la playa sin tan siguiera tener la oportunidad de escribir unos saludos.

Lo cierto es que hay que tener en cuentan el momento y sobre todo el lugar, no todos los viajes son iguales; algunos te llevan al “Paraiso” y para ello no es necesario ni pedir permiso, ni tener mas palabra que sentir la vida en su grado mas álgido de la existencia.

Es muy difícil poder escribir las experiencias, contar como la piel se eriza, como tiembla el corazón y como las pupilas de los ojos se dilatan hasta alcanzar tal límite que causan dolor a la mirada. Es muy complicado sino se está en el lugar, sino se siente esta piel que necesita al Sol del Sur, a la aridez del espacio; al salitre pegado en el cuerpo y a la vida manifestándose en sensaciones extremas.

El lugar atrae a personas de diferentes lugares del mundo con ansia de romper con tópicos, con esclavitudes sociales y sobre todo recomponer el cuerpo con abrazos de viento y caricias de rayos de sol. Pieles quemadas que sufren las huellas de la vida y que se exhiben sin reparos, sin prejuicios; sin convenciones sociales, pero con la belleza de la libertad, de esa falta de ataduras y ruptura de vocabularios encorsetados en las distancias.

Personas dispuestas a ser en si mismas humanas sin rangos, puestos sociales ni categorías de la evolución. Seres con sus vidas, sus llantos y alegrías; con todo eso que se marca en la cara tras unos ojos llenos de miradas acumuladas en los años de deseo de sentimientos, de romper barreras y expresarse con todo su ser sin mas límite que el respeto y la ternura.

El bloguero disculpa ante tanto sentimiento su ausencia, pero hay cosas que se deben vivir en imágenes, en caricias; cosas que son de piel, de cuerpo y nada más. Esas cosas donde el corazón interviene a penas y el alma tan solo es un elemento más del paisaje, de ese que se lleva marcado con lágrimas que surgen desde lo más profundo de la ausencia, de esa condena de no poder ser donde quieres y tener que estar donde debes.

Esas caras con sonrisa que se quedan marcadas sabiendo que nunca más se sabrá de ellas, que una repetición de la jugada las haría perder la perfección del desconocimiento, de ese que nos lleva a no aconsejar y a no fingir lo que somos; porque lo que de verdad puede llamarse sinceridad es compartir lo que queremos ser y no lo que somos. Es curioso cuando algunos se empeñan en saber y aprender de otras personas lo que no son capaces de enseñarse a si mismos. Se quiere conocer lo que son cuando eso no es más que la verdad tan lejana con el paraíso de la realidad. Somos eso que deseamos, no lo que somos ni lo que tenemos. Cada uno crea su historia a su gusto, sin que tengamos derecho a instar rectificaciones ni confesiones de moral mas que dudosa. Yo no soy lo que este bloguero dice, yo soy lo que el bloguero quiere ser, y eso en este momento no es más que convertirme en un elemento más de ese paraíso donde un día perdió el sentido de la orientación y jamás supo volver. De ese lugar donde le late el corazón con emoción y no solo por supervivencia. De ese mar, de esa arena y ese Sol que no es como todos, sino que es su sol; el que le da la vida y le mantiene con esas botas puestas de la sonrisa.

Queridos lectores, el bloguero es un accidente atrapado en una vida de la que desea ser escape y llenar el mundo de sonrisas, de caras sin nombre y apellidos sin palabras. Unas manos que tan solo buscan darse sin llevarse nada, para que al volver sus huellas sigan siendo la causa de tantos amaneceres como de atardeceres para compartir.




miércoles, 14 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 15/8/2019


Parece ser que en vacaciones no solo se deja de trabajar, coger el teléfono y contestar los whatsapp, sino que también hay que moverse del nido, hay que emprender cierta huida de la rutina y adentrarse en la aventura de lo mas que conocido, pero tan solo por unos días.

El bloguero emprende su vuelo mañana sobre las seis de la mañana, porque hay que aprovechar el tiempo, y hoy ya sufre cierto estrés, el de los preparativos; ese cumulo de decisiones transcendentales como lo son que ropa poner en la maleta, que llevarse y que no. Efectivamente es una decisión que trasciende y de una importancia capital. Antes daba igual si te llevabas dos cosas y te las ponías las mismas treinta veces combinadas con imaginación. Ahora no; ahora están las fotos con móvil y las redes sociales; y como prima mas un postureo que el peso de la maleta, pues allá vamos decidiendo que meter en ella y que no, porque si es posible; cada día hay que cambiar de prenda y de color.

Todo viaje supone un determinado estrés, el movimiento lo sufre el cuerpo ya vayas en avión, coche, autobús o tren. El organismo se resiente y no son extrañas determinadas descomposiciones intestinales, que a veces se les achaca a los cambios de agua y que no son otra cosa que el movimiento, la maleta y los cambios de ubicación, porque el ser humano es un animal de costumbres y todo cambio le afecta. Para ello necesita un periodo de adaptación, lo que ocurre es que en vacaciones cuando te has adaptado es cuando tienes que volver, y ya sin estrés surge eso que llaman depresión post vacacional. En definitiva, que un tiempo que esta pensado para la relajación, el descanso y la recuperación; se convierte en todo lo contrario, en una serie de desajustes emocionales y orgánicos que mas vale en ocasiones quedarse en casa y de esa forma encima, ahorrar unos euros que para las próximas navidades no vendrían nada mal.

Mi viaje va a ser con maleta pero también con mochila y en autobús. Un viaje con destino a una playa desierta donde a la ventaja de viajar solo se une el encuentro con personas de otros años, a las que conoces por algún verano pero que de ellas a veces no recuerdas ni el nombre. Encontrarse con desconocidos es hartamente gratificante, no supone compromiso, ni obligación alguna y todo son sumas. Cada saludo, cada conversación; cada sonrisa compartida te llena de algo inexplicable, pero que cuenta con esa garantía de que su resultado tan solo será la pena por la despedida al finalizar la estancia. Nada más, sin compromisos, sin protocolos; puedes ser todo o simplemente una mirada. No necesitas más que ser amable y sonreír para crear momentos inolvidables, de esos que quedan grabados en una fotografía que perdurará toda la vida en la memoria del corazón, pero también en tu colección fotográfica del Instagram que para eso ahora lo compartimos todo y siempre juntos, porque la vida como dicen si se comparte dura dos veces o tantas más, como personas a las que llegas con tu sonrisa de buenos días.




martes, 13 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 14/8/2019


Ayer falte a la cita aunque no se si se me echo en falta, yo si me sentí algo extraño al no publicar estas confesiones de madrugada. Ayer dormí e inexplicablemente, pero con mucha satisfacción se me hizo tarde. Hacía mucho tiempo que no despertaba después de las siete de la mañana y eso fue algo que podría considerarse orgásmico, porque el día transcurrió con una positividad que difícilmente se repetirá. Hoy por lo menos no lo hará porque de nuevo antes del alba mis ojos ya estaban en otros sueños, mucho más allá de esos que no necesitan del día para ser reales.

Como duermo tan poco, a veces en esa penumbra de la noche me pregunto cosas que posiblemente carezcan de importancia, pero su dimensión se debe considerar en relación al dolor de cabeza que posteriormente ocasionen. Me preguntaba en una de estas madrugadas calurosas de este mes de Agosto, el porque se identifica sueño con dormir. Cuando alguien tiene ganas de ir a descansar, de irse a la cama a dormir dice eso de: “tengo sueño”. Se tiene sueño, no un sueño; sino sueño. Parece ser, creo yo; que se refiere la identidad al hecho de que la mayoría de los sueños, o tal vez; que la mayoría de las personas por convención social identifican, soñar con dormir. En principio parece ser que cuando se esta despierto no existe más realidad que la que se ve, no se es más que eso que dicen que eres, y sin embargo cuando llega la noche, entonces eres lo que quieres. Puedes ser tú o una princesa. Puedes ser rubia o morena. Puedes ser lo que quieras, ingeniera, arquitecta, medica, mama, papa, etc… Puedes del verbo “poder”, y por lo tanto anexo a tu voluntad y facultades; y en los sueños se tienen todas esas habilidades e instrumentos para ser lo que uno quiere al margen de esta realidad impuesta por el devenir de los acontecimientos, las circunstancias y menor medida de tu voluntad.

Esta facultad de ser lo que uno quiere no solo ocurre involuntariamente cuando dormimos. Los mejores sueños son los que se tienen despierto, a la luz del día y tal vez los más reales. Son esos sueños que vives y que en ocasiones incluso interpretas. Cuantas veces nos habrán dicho eso de que hablamos solos. No es así, no estamos solos; nunca lo estamos porque soñando lo estamos no solo como queremos, también con quien queremos. Tan solo en los sueños somos libres, somos dueños de nuestra vida y nuestro destino. Soñando somos inmortales y eternos; podemos ser ese amor soñado, e incluso ser el que nos sueñan, porque en los sueños no hay límites ni fronteras.

Os preguntareis a que viene todo esto. Muy fácil, lo dije; a que dormir no es soñar, a que los sueños a veces son tan grandes que no te dejan dormir. Que algunos tenemos una imaginación tan enorme que nos la creemos y vivimos en ella al margen de la ley, de esa que llaman realidad y que no es más que el camino fácil para no ser lo que realmente quieres ser.

Un día soñé que era posible, que te quería tanto que eras la única que podías conseguirlo; que eras capaz de que fuese tan real, como un sueño en los brazos de una desconocida, que me invitó a hacer de su sueño una realidad.



domingo, 11 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 12/8/2019


Lo mas importante del mes de agosto es que no hay nada importante. Matizo: cosas de las que los mayores califican como importantes; digamos política, economía, pensiones, cambio climático. Yo que se; todas esas cosas a las que les dedican su vida para al final terminar tan hechos polvo como cuando llegaron.

Posiblemente el mes de agosto cuenta con las cosas mas importantes como es no hacer nada, ver el mar, tomar el sol, beber cerveza, reír, hacer el amor, enamorarse, bailar, trasnochar, etc…A estas cosas la gente seria le llama frivolidades u ocio y sin embargo, están todo el año pensando en tener todo eso que carece de importancia, todo a lo que dedican tan solo treinta días o menos de todo un año, como si lo que realmente fuese de nuestro gusto, lo que nos hace feliz fuese la excepción y estar condenados durante el resto del año al trabajo; la regla.

Esto no es mas que consecuencia de esa maldición divina del castigo por la expulsión del paraíso, por esa manzana del cachondo de Adam que no supo negarle a Eva y entonces se le dijo eso de: “te ganarás el pan con el sudor de tu frente”. A mi no me importa que condenen al tipo ese llamado Adam, que aunque sea un antepasado mío no quiero saber nada de él; pero si me interesa, el   destino de Eva. Para mi ella es de nuevo la mala de la película, como si   el propio génesis de la vida se hubiese consumado con el primero de los actos machistas. Ella es el pecado y el idiota del machito, el que cae en la tentación de la carne, de esa manzana manchada con el veneno de la serpiente; el pecador.

Pues que sepáis una cosa, el Bloguero quiere ser tentación y no pecado, quiere llevaros a ese lado tan oscuro que esta lleno de sonrisas, de alegrías y de cosas ricas. El Bloguero piensa que el paraíso eres tú y que por mucho que te digan Eva, tu fuiste tan solo el deseo y el tonto que calló, el último eslabón de la creación, ese que no sabe muy bien si comer manzanas o quedarse a que le den las uvas, porque la vida es tan injusta, que premia desde su origen a la estupidez del macho frente a la sonrisa inteligentemente intencionada de la hembra; de esa Eva que con nombre fue nuestra primera y gran desconocida….



viernes, 9 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 10/8/2019


Verano y calor deberían ser sinónimos, pero cuando el calor es superior a lo que los delicados humanos están acostumbrados a soportar, se convierte en un adelantado infierno para sus mentes retorcidas y cuerpos delicados acostumbrados a ser mimados y cuidados por una naturaleza que no se merece criaturas tan caprichosas sobre sus espaldas.

Ayer fue un día especialmente caluroso, diría yo excepcional. Fue un día donde si salías a la calle la sensación era de estar en Navidad. Me explico. Vamos a ver, no es que ahora yo identifique el calor extremo con las blancas y frías navidades. Lo que ocurre es que para los que tenemos la fortuna o la obligación de ser el cocinero en esas fechas tan cercanas, entonces sabemos bien que en Navidad también se pasa calor, pero no en la calle sino en las cocinas. Mi equiparación iba por ese rumbo, esos momentos en los que por cotilla te atreves a abrir el horno y entonces sufres un golpe de calor. Lo abres y casualmente es en el momento mas extremo de cocción, ese donde el electrodoméstico bien programado enciende su ventilador y esparce sus deseos de calentar mas allá de las paredes, de ese lugar destinado a que los alimentos se conviertan en comida de Navidad.

Ayer daba mas la sensación de estar en la cocina que en la calle, pero por lo demás, un día de verano de los intensos. Entonces es cuando aparece el humano sufridor, ese que se queja por todo. En invierno porque está harto de bufandas, abrigos y guantes y en verano porque ir en pelotas no es suficiente, la piel le abriga demasiado, concluyendo que no es problema del cambio climático, que algo tendrá que ver; sino por el contrario de ese ciudadano quejica, que no esta conforme con nada, que todo le supone un sufrimiento extremo y que la vida la lleva como puede porque de normal, la vida le puede.

Yo he aprendido a aceptar, a no poner defensas; a no enfrentarme a lo que no puedo cambiar, a eso que es así y que la aceptación es la mejor de las posturas. Adaptarse como un camaleón a cada una de las fases de la vida, a cada imprevisto y por supuesto a las inclemencias del tiempo porqué en definitiva, somos muy poco y pequeños para enfrentarnos a la madre naturaleza, esa que al parecer solo nos gusta cuando es amable y no cuando se muestra en toda su identidad y dureza.

La verdad es que yo disfruto en esas situaciones extremas, saco provecho de lo apocalíptico para sonreír, para contemplar con cierto sarcasmo a tanto mal consentido y mimado que pasea por este planeta, que para no conocer a veces me anticipo a sus respuestas. Disfrutemos de todo porque todo es bueno por principios y si es malo, sepamos también tratarlo porque en el desconocimiento está la sorpresa. Viva el verano y viva la vida.



jueves, 8 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 9/8/2019


Una de las cosas más habituales del verano es la falta de noticias. En agosto parece que nada de lo que normalmente importa sucede, y mucho mejor que sea así; de lo contrario difícilmente este bloguero-abogado-ser humano podría estar así de relajado todos estos días. No hay noticias y muchas veces se inventan encuestas, estados de opinión, como cambia la sociedad; tan solo con especulaciones baratas porque los medios de comunicación también tienen a su personal de vacaciones y quedan los que a veces no saben juntar dos letras sin una cuerda.

Aparte de que ayer fuese el día Internacional del Orgasmo Femenino y que por respeto, al menos este ser masculino se abstuvo de tener uno de cualquier naturaleza. Pues decía que además de que se celebrara la fiesta orgásmica femenina, también nos dieron dos noticias que llamaron mi atención.

La primera y mas frívola es que ya no está de moda el “Top Les” en las chicas para tomar el Sol. Al parecer el riesgo de melanoma es uno de los factores y el otro el ser fotografiadas por cualquier dispositivo móvil. La verdad es que tios guarros hay por todas partes y no solo en la playa, pero me da mucha pena que uno de los símbolos de la liberación femenina y humana diría yo, ya no sea de interés. Me resulta chocante, y no por querer ver tetas a diestro y siniestro por la playa, sino por el hecho de la inversión evolutiva, de mas libertad a mas seguridad y por lo tanto represión. No me creo esa tendencia. No creo que sea tan importante ocultar los pechos y dejar libre la cara, porque si seguimos así estaremos justificando todos esos ropajes como burkas y demás. Empezamos tapando las tetas y al final habrá que taparse la cara para que los mierdas machistas de pacotilla no se peguen un empacho de senos, más allá de sus mamadas natales bajo el imperio alimenticio materno.

Al hilo, y no de los de Twitter que no aguanto, de lo de la alimentación láctea, la segunda de las noticias. La ONU y la OMS recomiendan que disminuya la ingesta de carne. Eso ya lo hice yo hace cinco años prescindiendo de comer todo tipo de carne. Se refieren en especial al vacuno por su efecto contaminante. Fundamentalmente por las flatulencias o pedos de las vacas y toros que causan una emisión increíble de gases de efecto invernadero a la atmosfera. Yo pienso que la reducción de ingesta de carne además debe ser por salud, porque en definitiva comer cadáveres no puede ser nada bueno y más aún a dias de la muerte, que no hay que ser muy listo para saber que lo que se come no es mas que carne de muertos en fase de descomposición, y eso; además del efecto invernadero causa un efecto negativo sobre el equilibrio emocional de las personas tan obvio que no precisa explicaciones.

Bueno voy terminando pues  hoy me extendí de más, tal vez porque las noticias del verano tengan para mi mas interés que las guerras políticas, porque donde va a parar el tema de las tetas o de los pedos con lo de la formación de gobierno, en esta España camisa blanca de mi esperanza y encuentro de tantos desconocidos de que la que nunca se sienten fuera de casa…..





miércoles, 7 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 8/8/2019


Y de pues de la tempestad siempre llega la calma, después de la borrachera la resaca y del 7 siempre llega el 8; queramos o no, las matemáticas mandan, nos imponen sus reglas sin pausa y sin tregua porque la vida es siempre hacia delante y mirar para atrás solo puede traer como consecuencia una caída inesperada.

Ayer durante el día de mi cumpleaños, que lo fue para el bloguero y por eso faltó, y si a alguien se le olvido una sencilla felicitación decir que aún están a tiempo porque tienen toda la vida para hacerlo. Decía eso que ayer, cuando me encontraba rodeado de la familia, cuando no puedes evitar que los recuerdos de otros cumpleaños vengan a tu mente, que te acuerdes de aquellos que ya no están porque la vida se lo llevó y otros se fueron por su voluntad; durante esos momentos pensaba yo que cada año que pasa no es mas que una vuelta mas alrededor del sol y van unas cuantas, pero no logro entender porque si siendo una progresión elíptica y no en vertical, ¿porque narices envejecemos?, carece de sentido, de ahí que pienso que la prueba de la inmortalidad no se encuentra en una creencia o en otra, sino en el hecho en si científico del movimiento rotatorio mas o menos circular, que nos dice que evolucionamos para regresar. Que crecemos para descender y luego volver a crecer. No diría yo desaparecer para volver a nacer, sino simplemente un cambio de estado donde nuestra presencia vital es progresiva y no descendente, ni menos aún decadente.

Ayer alguien planteaba en Facebook que hay personas que temen mas al deterioro físico que a la muerte. Yo soy así, me cuesta mucho mas temor ver como pierdo la vitalidad, las ganas de vivir, el deseo de amar y de sentir. Me da mas miedo no atraer como única fuerza por la que nos unimos, empatizamos y mantenemos relaciones de todo tipo. Me criticaron por ser de esa opinión, pero es que al parecer el instinto de supervivencia a cualquier precio es el que mueve a la mayoría. A mi no, a mi me impulsa el deseo de vivir, las ganas; esa motivación de cada día por encontrarme con tu sonrisa. Esa fuerza por la que se cruzan las miradas en un amanecer eterno donde tu y yo, dos desconocidos, se aman y quieren sin temor a la vida, a la gente ni a las distancias. Ese acto de intimidad público donde sin tener nada que ocultar, sin tener el más mínimo de los secretos, tan solo nosotros sabemos lo que somos y lo que queremos.

Sigamos con el mes de agosto, su tiempo de verano y las noches en vela, como ésta donde no cerré los ojos por si te perdía en la memoria…….




lunes, 5 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 6/8/2019


Hablar de Barcelona es decir que bien vale una misa, o dos. La primera seguro que en la Iglesia de Santa María del Mar y la segunda posiblemente en la Catedral para no ser tan predecible y hacer la ruta turística por las obras de Gaudi.

Barcelona es una ciudad sin dueño, sin fronteras, sin límites ni apuestas. Barcelona es eso que todos quieren si nos dejan quererla porque de autoridades simples está llena, porque de esos que piensan que la ciudad es solo de ellos están los que gobiernan, y es una pena; porque Barcelona es una ciudad que no necesita de raíces ni arraigos, es una ciudad de todos y para todos, y no solo de este mundo; sino de todos los mundos, conocidos y por conocer.

Barcelona es de esas ciudades donde te sientes bien y no sabes porqué. Donde no extrañas nada y todo te sorprende. Donde no hay horarios aunque los quieran imponer. Donde todo el mundo cabe a pesar de que los quieran echar. Yo considero que el mundo es de todos. Que todos tienen derecho a sentir ese espíritu de esta gran ciudad y no solo sus ciudadanos que por el hecho del padrón municipal tengan mas derechos a disfrutar de ella que una persona de Australia o Canadá. Ese catestismo político de la tierra para los que la habitan es de escasa visión global, de esos que solo ven tras sus gafas el ombligo gordo de sus barrigas, que solo piensan en mantenerlas o agrandarlas con banderas e himnos excluyentes y de cierta exclusividad, porque en toda diferencia siempre esta un deseo de que unos sean más vips que otros.
Yo siempre he pensado que hay determinadas ciudades en el mundo que son inclusivas, que acogen todo lo que se mueve por sus calles, dando esa diversidad y colorido que es propio de su esencia universal, más allá de idiomas, de razas, religiones, banderas, lazos y demás estupideces que siembran la discordia por tratar de ser diferentes a toda costa.

Barcelona es una ciudad abierta, sin mas destino que el mar Mediterraneo, que se abre de norte a sur entre sus líneas verticales, horizontales y transversales con un solo fin, que vengas, la disfrutes y te enamores de sus noches cuando el día lo pasas en vela.

Hay lugares donde la gente se saluda y sonríe porque se conocen de toda la vida, por su vecindad o familiaridad; otras sin embargo se abrazan, se besan y se aman por que no saben quienes son, porque se desconocen y por eso son amor.




domingo, 4 de agosto de 2019

EL BLOGUERO ACCIDENTAL. 5/8/2019


Cuando se pierde la rutina cuesta mas trabajo continuar. Ahora comprendo a esos que hablan de la depresión post vacacional, no es que emocionalmente se encuentren en situación de nostalgia por los dias de vacaciones, sino porque cuesta reencontrarse con lo habitual, lo de siempre; eso que llamamos lo de todos los días que no es más que nuestra rutina, nuestra forma de ser y las costumbres que nos mueven más que las novedades.

El Bloguero tras unos días desconectado con la escritura, con este diario que convertirá el verano del 19 en algo distinto, o al menos con recuerdos diferentes; le esta costando fijarse en la pantalla en blanco, no por carecer de emociones que contar, sino porque no encuentra las palabras oportunas ya que la rutina es algo que de nuevo debe de atrapar.

He dicho bien cuando me refería a emociones que contar, porque en la vida si se cuentan historias, se está volviendo la cabeza a eso que fue, pero que ya no es. Sin embargo, si se cuentan emociones, es porque realmente las has vivido. Estas describiendo estados del ser que provocaron expresiones de algo que se sintió y que aunque no puedan explicarse, si podrían describirse.

Un viaje siempre trae consigo algún tipo de tensión para el cuerpo. El más mínimo movimiento siempre ocasiona cierto estrés físico que se manifiesta a veces en desequilibrios emocionales. Una lágrima sin sentido, sin razón de ser; una sonrisa desmedida, como una carcajada que llega sin motivo. Todo eso es causado por ese estrés físico que se convierte en expresión del cuerpo y por lo tanto en consecuencias.

No se si os habrá pasado, pero estas situaciones de viajes cortos, siempre se desea ocupar el tiempo con actividades, con grandes caminatas para ir de un lado al otro. Nos pasamos ese pequeño periodo de tiempo provocando el cansancio que compense la sobre excitación del momento, porque cuando se dan las circunstancias oportunas, los sentimientos pueden aflorar; justo en ese instante en el que la emoción empieza a tener calificativos, o  a veces; tiene una causa con nombres y apellidos, y es entonces cuando nos desnudamos, cuando perdemos todas las defensas y esa vulnerabilidad nos hace exponernos de tal manera que ya no caben falsedades, que todo es auténtico y de la realidad, se pasa a la verdad.

De vuelta por unos días para volver al movimiento del verano, aquí juntos para no perdernos ni una sola letra de esas emociones que surgen, cuando la palabra se convierte en miradas para sonreír a un desconocido……



LA CHICA SOBRESALTO

A mi cuando una persona empieza por decir que le gustan las emociones ya me tiene. Quedo conquistado porque mas que de verdad, expresió...