Tan solo es
amor, como se le llame; permitido, prohibido, tolerado e incluso a veces fingido.
Amor de neón, de
música electrónica, de besos mezclados con copas de alcohol barato y humo de
cigarro marchito. Tan solo es amor, sea de la forma con la que se le pinte, es
amor pero no de carretera.
Amor con
prohibición legal, con límite de edad para el consumo como esa botella de vodka
que guardas tras una vieja maleta en el ático de cualquier ciudad. Tan solo es
amor y sorprende hasta su existencia. Amor de chupa de cuero, de pantalones
ceñidos y zapatillas blancas con cintas negras. Es un amor cualquiera, o tal
vez el amor, ese que sorprende, el adolescente, el que altera, el que no deja
respirar y los suspiros son la única forma de poder soñar. Tan solo es amor,
bajo la luna nueva, cruzando una calle a la carrera, tal vez un perrito
caliente de cena, una Coca Cola y seguir hasta que esa luna se convierta en
llena en cualquier antro donde la noche se haga eterna.
Tan solo es amor,
ese de manos pequeñas, de caricias etéreas, de ilusiones y de fracasos, de
esperanzas y lágrimas. Es tan solo amor, o tal vez el amor de verdad, ese amor
que no se acostumbra a unas buenas noches, ese amor que huye de la maldad de la
madurez, de los plátanos podridos y sexos sin vida. Amor joven, verde, fresco,
puro, rabioso; amor que humedece los
labios y hace crecer al cuerpo para llegar a su encuentro. Tan solo es amor y
no cualquiera, amor de acera, de bancos en el parque, de besos mirados y criticados.
Tan solo es amor pero me gusta como sabe, es mi amor y por tanto no es
cualquiera.
Amor urbano, de
semáforo, de reyes y palacios. No es un amor cualquiera pero tan solo es amor,
ese de supermercado matinal, de bote de cerveza, de bolsa de patatas fritas;
tan inocente como una mirada que no piensa más que el amor y esta libre de los
pecados de los viejos rancios, de los mal pensados de los saborios de la existencia.
Tan solo es amor, pero es amor del de verdad, del de pelos sin peinar, rizados,
ásperos, cardados; cabellos despreocupados porque su lacio es tiempo que se
pierde para amar y tan solo es amor, pero no cualquiera.
Amor de tubo de
escape, de ascensor, de aulas plagadas de ensayos; tan solo es amor, el amor
que nunca deberíamos abandonar, como ese en el que se besa sin maldad, con
necesidad, con atrevimiento; amor desvergonzado, sin tapujos, con cuerpo, con
piel, con orgasmo, con lujuria; tan solo es amor, pero es el amor de verdad.
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