Dicen que el amor oculto crea un monstruo en el corazón que lo devora, que hay que dejarlo salir aún con el riesgo de que se estrelle. El miedo es el mayor enemigo del amor, el temor a ser rechazado a que tantos sentimientos caigan en saco vacío. Nunca se perderán esos sentimientos, porque caerán con una pequeña lágrima capaz de ocupar los mayores de los sentimientos. El amor es luz, color, brillo, esplendor; si se guarda en un armario puede ser alimento de las polillas. Quien no arriesga no gana, y si se pierde, siempre queda el consuelo de haberlo intentado, siempre que sea fuerte y valiente. En el amor no valen las medias tintas, ni los grises ni los colores opacos, solo vale demostrarlo como el brillo del sol. Muchas personas guardan su amor oculto tras las cuatro paredes de su casa, sin saber que podría haber sido. Esa duda te carcome el alma y como he dicho te devora el corazón, hasta llegar a marchitarlo. No importa que puedan opinar, si te pueden hacer daño, nunca hay que olvidar que el mayor daño nos lo hacemos nosotros mismos. A veces nos engañamos y como toda mentira, nos atrapará y nos llevará a la infelicidad. Mas vale un amor abierto en par en par manifestado a los cuatro vientos, que un amor oculto. El amor te hace grande, invencible, libre; el ser mas grande sobre la tierra.
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