“Nada es como
parece, pero todo es como se siente…”
#7abrilesa4vientos
Ya estamos a 5 y
el verano avanza dejando lo peor de si mismo. Hoy estábamos a mas de 40 grados
y en la calle tan solo circulaban los amantes del Circo del Sol y unos cuantos turistas
sin techo conocido. En ese contexto cualquiera hubiera aconsejado una sesión de
playa o mejor de casa a la sombra del climatizador. Pues no, hoy he sentido que
no me sobran los domingos como en esa canción de Debi Nova y desde primera hora
de la mañana empecé a poner las calles sobre el asfalto. Desde el desayuno, la
iglesia, la comida e incluso algo de turismo, porque el bloguero tiene que documentar
lo que siente, aunque parezca que lo hace por exhibir esa vida reservada que
tanto duele, si queda en las lindes de las cercas de las alambradas de espino
del alma. Solo es una apariencia porque a lo largo de los últimos años ha
descubierto eso que suena tan bonito de compartir la vida y que si se hace se
vive dos veces. Pues bien, fuera de lo ritual de una cita, el bloguero se lo
cree, lo siente de verdad que cada vez que su vida es compartida la disfruta o
mejor aún, la vive tantas veces como es comentada o compartida por algún
desconocido que le da sentido a su existencia sedentaria.
No nos sobran
los domingos y menos aún el tiempo para compartir con las personas que mas
queremos en la vida. La mama del bloguero es la esencia de su blog y el blog su
vida narrada a golpe de sentimiento puro y duro, de emociones descritas en un
teclado de ordenador y ante la venta de este mundo donde ya no existen ondas
codificadas y menos aún fronteras para la sensación de que nunca se estará solo
mientras exista un twittero, instagramer, blogger o facebookcero que le de un
corazón o tal vez se arriesgue a viralizar su vida y hacerla del color de una
historia de amor que solo tendrá sentido en la apariencia de un verano
cualquiera.
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