Un punto de partida, un paso adelante, un movimiento; y en tan solo un instante tomamos un camino. La mayor parte de nuestras vidas seguimos una rutina: Un camino al trabajo, otro al gymnasio, otro al pub, otro para volver a casa, y todo siguiendo ese primer paso.
Tal vez un día, por un corte de calle, un accidente, un charco en la calle; movemos diferente ese primer paso, cambiamos la ruta, y tal vez encontramos una persona que veíamos hace años, o una mirada perdida que te hace sentir especial, porque antes no pasaba, por el otro camino siempre se veían las mismas caras, las mimas miradas. Ese instante por el que un suceso te hace cambiar el camino elegido también te puede llevar a la muerte, un semaforo desconocido, un cruce inesperado y conductor despistado.
Elegimos con el cerebro, por impulsos, con el corazón o por un hecho inexperado. Un suceso en ese nuevo camino, deja de ser una casualidad si hubiese transcurrido en el habitual, lo relacionamos por la novedad y lo convertimos en circunstancial de nuestra existencia, y le damos un contenido que posiblemente nunca tuvo.
La elecció sea por el motivo que sea, moldea nuestra vida. La elecció puede ser mejor o peor, dulce o amarga, lo importante es que sea nuestra aunque no nos conduzca a la felicidad, por que cada uno cuando elegimos optamos por nuestro destino, y por esa felicidad que es nuestra, y que no tiene porque ser la felicidad de otros.
La teoría de los polos opuestos, la del blanco o el negro, la de la vida y la muerte, la de la salud o la enfermedad, la de la risa o la tristeza. Nada existiría sin su opuesto. No existiría la vida sino existiera la muerte, pero no todo es objetivo, la felicidad de uno no tiene porque coincidir con la del otro, por lo que en el plano subjetivo, el blanco no es lo opuesto a lo negro, hay un camino de tonos diferentes que conducen del uno al otro.
¿que es lo bueno y que es lo malo?, ¿existe una ética humana universal?
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