No me lo podía
creer cuando lo he visto. Ayer cuando paseaba en plan turista por el centro de
la ciudad, me encontré con unos cuantos turistas comiendo “Paella” a las once
de la mañana, o como algunos suelen decir, a las once AM. No es por nada pero
llamo mi atención y saltaron las chispas de este bloguero en su quinto día de
transito entre el bien y el mal, o al contrario claro, que nunca se sabe. La “Paella”
es el plato mas característico de esta zona del mundo y consiste en su versión
mas puritana, en arroz, pollo, conejo y verduras. Su nombre proviene no del
plato sino del recipiente donde se hace que se llama “Paella”. Se trata de una
especie de sarten de unos tres dedos de calado con dos asas y ancha. El arroz
debe salir seco, es decir, ni meloso ni caldoso que son otras versiones del
arroz valenciano. Bueno pero eso de ver comer paella a las once AM, me llamo la
atención, no porque sea causa de crear una indigestión, sino por la falta de
disciplina alimentaria. Es decir, de no sujeción a las normas de la costumbre y
de los usos sociales porque la paella es ante todo, un primer plato del
almuerzo, comida del medio dia o como se le quiera llamar, que nombres y
costumbres hay hasta para aburrir.
Tenemos normas
para todo, incluso para comer y no digamos para como hacer la “Paella”, porque
en estas latitudes hay mas puristas que ciudadanos con derecho a voto. Que mas
dará, que importancia tiene como sea y como se haga si quita el hambre, se
disfruta, te alimenta y te hace feliz. Que mas dan las normas si somos capaces
de vivir en paz, y sino lo somos, para que queremos normas si somos tan
bárbaros como para acabar con nosotros mismos. Hay demasiadas normas en la vida
y es un auténtico asco, me da vomitera a mi como abogado, que existan tantas
formas de reglar la vida y que encima se considere el que las marca como el mas
civilizado del mundo, porque las normas nos hacen humanos; o tal vez están
porque no lo somos. Hay normas básicas como no matar, no hacer daño, hacer felices,
se educado, etc…Normas que no necesitan escribirse pero que al parecer deben
imponerse. Somos peores de lo que pensaba, o tal vez, ni peores ni mejores; no
somos humanos.
En mi sexto día
de periplo bloguero, he llegado a plantearme existencias que espero sea capaz
de contestarme antes de que el accidente llegue a oídos de los responsables de
emergencias. Entre tanto sigamos caminando por los lindes de la realidad
pretendiendo caer en alguno de mis sueños. #manuylavida
MBS
No hay comentarios:
Publicar un comentario