Hoy volvemos a
la normalidad y de nuevo a mis rutas y rutinas vacacionales propias del mes de
Agosto. Llevo ya doce días con las narraciones del bloguero y todavía no he
llegado a comprender porque cada vez que pongo “Agosto”, el corrector del Word
me lo subraya en azul, no en rojo; que significaría que los escribo con alguna
falta ortográfica. Pero no, me lo subraya en azul, y al parecer por mis
investigaciones empíricas es que no le gusta que lo haga con la primera letra
en mayúscula. Si que me consta que la Real Academia de la Lengua, estableció
que los días de la semana no tenían que escribirse con mayúscula, lo entiendo
porque es un nombre genérico que se repite semanalmente. Seguro que lo mismo
dirán de los meses del año, aunque con dudas porque el subrayado no es en rojo,
sino en azul. En todo caso yo no lo escribo con la primera letra en mayúscula por
capricho o por llevar la contra, sino porque para mi Agosto es mi mes, es el
mes que me vio nacer y siempre lo escribiré así. Sin embargo, los demás meses
ya me dan lo mismo, con mayúscula o no, Agosto da carácter, personalidad, es el
mes del Leo, y no digo más.
Quería decir,
antes de enfrascarme con la norma ortográfica del nombre del mes ocho del
calendario solar, que hoy vuelvo a la normalidad vacacional porque ayer fue un
día de semi trabajo, más de espera que de laboro en la Ciudad de la Justicia
por guardia judicial. Durante esa espera me dio tiempo para pasear por la
nostalgia, por lugares que hacía tiempo que no frecuentaba. Debo decir que hace
unos seis o siete años yo vivía en esa zona y evidentemente hay muchos lugares
para el recuerdo. No son nada especial, puede ser una simple esquina donde un
día paso algo o se me ocurrió algo y de pronto, cuando contextualizas y
sincronizas el recuerdo, es cuando se convierte en nostalgia que no es otra
cosa que un recuerdo añorado, uno de esos que te gustaría volver a vivir o tal
vez, quieres repasar una y otra vez para recrearte en el dolor que causa la
herida de pasarlo una y otra vez por el corazón.
No sé que pasa,
pero me parece que tengo mas recuerdos que esperanzas, que no veo que lo que
tengo delante sea mejor que lo que ya viví. No sé cómo se llamará eso, pero no
creo que el lector lo considere positivo, sobre todo en una sociedad que
constantemente nos dice que mirar hacia a tras ni para coger impulso. No sé si
me acoplaré o tal vez mi vida no solo esté en otra ciudad, sino que
posiblemente mi vida está en otra parte. #manuylavida
MBS
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